Utilizamos cookies. para mejorar su accesibilidad, personalizar y analizar su navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Estoy de acuerdo

Plataforma informativa para necesidades dietéticas especiales.

Dr. Schär Institute
Menú

Alimentación y dispepsia funcional: una revisión sistemática

La DF es una enfermedad gastrointestinal funcional debilitadora que se considera que afecta al 10-20 % de la población occidental. Hay muy pocos estudios clínicos que evalúen formalmente las intervenciones dietéticas para la gestión de la dispepsia funcional, aunque se ha indicado que las grasas dietéticas están asociadas con el hartazgo postprandial y que pueden restringirse en las dietas de pacientes con dicha enfermedad. Las recomendaciones dietéticas actuales referidas en la bibliografía se centran en ingerir comidas bajas en grasas y que las ingestas sean más frecuentes y de menor tamaño. En contraposición al síndrome de colon irritable, en la actualidad no hay un enfoque estandarizado en lo que respecta al tratamiento dietético de la dispepsia funcional. El objetivo de esta revisión sistemática era identificar y describir la influencia de comidas o componentes de alimentos específicos y/o síntomas generales de la dispepsia funcional en personas de más de 16 años.
 
Se realizó una búsqueda en la literatura médica desde enero de 1982 hasta febrero de 2016. Se consideraron aptos para su inclusión aquellos estudios que examinaban el efecto de los nutrientes, las comidas y los componentes alimenticios en adultos (de más de 16 años) con dispepsia funcional. De los 6451 estudios identificados, solo 16 cumplían los criterios de inclusión y se incorporaron a la revisión, siendo la edad media de los participantes de 43 años. La grasa dietética se asoció con el inicio de los síntomas tras una comida o que inducía los síntomas de dispepsia en 3 de los estudios, y concretamente, con los síntomas dispépticos de náuseas (n = 3 estudios), hinchazón (n = 2 estudios), hartazgo/incomodidad postprandial (n = 2 estudios) y dolor epigástrico (n = 2 estudios). En 2 de los estudios se estableció que la ingesta de alcohol inducía la dispepsia (en concreto, la cerveza y el vino), pero en otros 2 estudios no se encontró efecto alguno. La ingesta de café se asoció con una inducción de los síntomas en más del 50 % de los pacientes con dispepsia funcional en 4 estudios, aunque en otro estudio que analizaba específicamente el consumo de café y los síntomas no estableció relación alguna entre ambos. Otras comidas problemáticas que indicaron los participantes en más de un estudio fueron, en orden descendente: cereales/pasta/productos de trigo (n = 6 estudios), refrescos/bebidas carbonatadas (n = 4 estudios), té (n = 2 estudios), fruta/zumo de frutas (n = 3 estudios), leche (n = 3 estudios), pimiento rojo/morrón (n = 3 estudios) y comida para llevar/procesada (p. ej. pizza/comida frita) (n = 3 estudios).
 
Los hallazgos de esta revisión reafirman la relación ya establecida entre las grasas dietéticas y la dispepsia funcional. Se necesita más investigación acerca de si diversos tipos de grasas inducen diferentes síntomas dispépticos o si los síntomas específicos se relacionan con diferentes acciones de las grasas sobre los síntomas gastrointestinales. El papel del trigo, y concretamente del gluten, en la dispepsia funcional también se ve respaldado por esta revisión. Se especula que el gluten (y otras proteínas similares del trigo) y los FODMAP son desencadenantes de los síntomas en el síndrome del intestino irritable, aunque esto ha suscitado debate en lo relativo a qué componente alimenticio desencadena qué síntoma concreto. Las comidas que contienen trigo estaban implicadas en la inducción de síntomas de dispepsia funcional en 6 estudios, 4 de los cuales no estaban investigando específicamente el gluten y 2 que sí. Aunque el seguimiento de una dieta sin gluten en ambos estudios específicos de gluten demostró una reducción en los síntomas, la eliminación del trigo, la cebada y el centeno de la dieta también habrían reducido en gran medida el contenido de FODMAP de dichas dietas, lo cual puede haber influido sobre los resultados. Esta revisión apunta a la necesidad de estudios clínicos bien diseñados que incluyan aleatorizar pacientes con una dieta sin trigo o sin gluten y con un contenido en FODMAP controlado, con el fin de investigar las asociaciones sintomáticas dispépticas específicas con los componentes alimenticios del trigo.
 
Los resultados no concluyentes relativos a la relación entre el alcohol y los síntomas de la dispepsia funcional pueden estar relacionados con los diversos tipos de estudios, así como la clasificación de consumo de alcohol y la valoración de este. Las futuras investigaciones de las potenciales relaciones entre las bebidas alcohólicas y la dispepsia funcional deberían determinar si hay una relación dependiente de la dosis y si los síntomas específicos están desencadenados por un tipo específico de bebidas alcohólicas. También es importante determinar si el alcohol en sí mismo es responsable como un irritante gastrointestinal, si los productos químicos alimenticios en las bebidas alcohólicas influyen en los síntomas o si el carbonatado es el responsable, teniendo en cuenta que 3 estudios de esta revisión indicaron que las bebidas carbonatadas provocaban síntomas de dispepsia funcional. También es de gran interés si las bebidas carbonatadas inducen síntomas dispépticos (sobre todo gas e hinchazón) como resultado del carbonatado o acidez o contenido en salicilatos. De igual modo, la relación entre el café y los síntomas de dispepsia funcional exige una clasificación porque el contenido variable de salicilatos o cafeína del café puede haber influido sobre los resultados del estudio en aquellos incluidos.
 
En conclusión, el trigo, y más concretamente el gluten, y también la ingesta de FODMAP, un elevado consumo de grasas y los productos químicos que se producen de forma natural en las comidas pueden desempeñar papeles clave en la generación de los síntomas de dispepsia funcional. Se necesitan estudios aleatorizados y más investigación sobre los mecanismos responsables. A pesar de la relación bien documentada entre el consumo de comida y la dispepsia funcional, se encontraron y se incluyeron en esta revisión relativamente pocos estudios, lo cual limita las conclusiones que se pueden establecer entre las ingestas dietéticas y los síntomas. La falta de un enfoque estandarizado a los métodos de valoración dietética en lo relativo a los que se incluyeron en el estudio, en los cuales las medidas primarias de resultados se refieren a la medición de la comida, también restringen la comparación entre ellos.

Enlace al artículo original
www.drschaer-institute.com