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Dr. Schär Institute
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Desórdenes alimenticios en la enfermedad celíaca

Desórdenes alimenticios
Rose-Marie Satherley, Research Associate, Kings College London
Ruth Howard, Senior Academic Tutor, University of Birmingham
Suzanne Higgs, Professor in the Psychobiology of Appetite, University of Birmingham

El etiquetado de los alimentos, el coste comparativamente mayor de la comida sin gluten y las dificultades asociadas a comer sin gluten fuera de casa influyen sobre la vida de las personas con enfermedad celíaca (EC).1,2 Para algunas, seguir una dieta sin gluten (DSG) puede derivar en un mayor riesgo de sufrir un desorden alimenticio.3
Los trastornos alimenticios son diagnósticos psiquiátricos caracterizados por una reducción constante en la ingesta de comida que deriva en pérdida de peso y en miedo de adquirirlo de nuevo; un desorden alimenticio no es un diagnóstico clínico pero se caracteriza por actitudes y comportamientos alimenticios atípicos, entre los que se incluyen saltarse comidas o excederse en ellas, pero que no cumplen los criterios para considerarse un trastorno alimenticio.4 Las personas con EC pueden tener un mayor riesgo de sufrir un desorden alimenticio debido a la necesidad de restringir grupos de alimentos y de supervisar el contenido de la comida.5 Las últimas pruebas indican que los tipos de desórdenes alimenticios que se dan con más frecuencia en la EC incluyen comportamientos alimenticios restrictivos (15-29 %), comer en exceso (6-19 %) y una preocupación excesiva por la comida (prevalencia desconocida actualmente). 6,7,8 Estos ratios son superiores a los de los comportamientos alimenticios restrictivos (4 %) y los de comer en exceso (2 %) que se dan en la población general.8
 
La carga psicológica inespecífica asociada al diagnóstico de cualquier enfermedad, a largo plazo, puede situar de forma indirecta a las personas con EC en un mayor riesgo de sufrir un desorden alimenticio.5 Hallazgos recientes indican que existe relación entre pacientes con EC  y conductas alimentarias de atracones, depresión y deseo de comida que contiene gluten en EC.8,9 La sensación de pérdida y estrés en torno a la comida se asocia a un mayor consumo de comida para compensar la DSG restrictiva y elevar el estado de ánimo,  siendo la conducta más habitual los atracones. 8

La vigilancia extrema en torno al gluten y una mala gestión de la DSG se han asociado con una alimentación desordenada en la EC.7,10 La vigilancia en torno a la contaminación cruzada, sobre todo cuando se come fuera de casa o se visita un nuevo lugar, puede causar ansiedad entre los diagnosticados. El verdadero problema aparece cuando esta vigilancia se convierte en inadecuada y se traduce en actitudes y comportamientos que apuntan a un desorden alimenticio.1,11,12 La vigilancia extrema, las preocupaciones excesivas en torno a la comida y el potencial de volver a experimentar los síntomas provocados por el gluten pueden derivar en un menor consumo de comida o un rango más restringido de alimentos o incluso el rechazo de eventos sociales que incluyan comida.9

Una mala gestión de la DSG, el estrés psicológico y el aumento de peso que sigue al diagnóstico de EC puede derivar en la creencia de que la DSG no es adecuada y engorda, cuando en realidad tendría que relacionarse al mejor bienestar general como resultado de la recuperación del intestino. Como consecuencia, algunas personas pueden consumir deliberadamente gluten para fomentar los síntomas gastrointestinales y favorecer la pérdida de peso.13, 14 Una puntuación elevada en la evaluación para la valoración de una alimentación desordenada se ha asociado con mayores síntomas gastrointestinales y una mala gestión dietética; no obstante, no está claro si esta mala gestión dietética está motivada por el deseo de influir sobre el peso y si es accidental o intencional.6, 10

Los dietistas y los gastroenterólogos tienen la mejor posición para ayudar a las personas con EC que muestran desórdenes alimenticios. Pueden ofrecer educación relacionada con la EC, información sobre las consecuencias de una mala autogestión alimentaria y sobre la importancia de la DSG y la alimentación sana y equilibrada. La ayuda dietética debería promover el consumo de una DSG equilibrada de forma adecuada y enfatizar la amplia gama de alimentos que son seguros para su ingesta, incluyendo alternativas sin gluten de las comidas que disfrutaban antes. Se aconseja cierta educación en torno al contenido nutritivo de la comida sin gluten y el potencial cambio de peso tras iniciar la DSG para así gestionar las expectativas del paciente y minimizar el estrés y explicar que se trata de una probable consecuencia de la recuperación del intestino. La valoración psicológica puede ser beneficiosa para identificar a personas con desórdenes alimenticios propiciados por un mayor riesgo de estrés.

 

Fuente

  1. Ford, S., Howard, R., & Oyebode, J. (2012). Psychosocial aspects of coeliac disease: a cross-sectional survey of a UK population. British Journal of Health Psychology, 17(4), 743–757. https://doi.org/10.1111/j.2044-8287.2012.02069.x
  2. Sainsbury, K., Mullan, B., & Sharpe, L. (2013). A randomized controlled trial of an online intervention to improve gluten-free diet adherence in celiac disease. The American Journal of Gastroenterology, 108(5), 811–817. https://doi.org/10.1038/ajg.2013.47
  3. Satherley, R., Howard, R., & Higgs, S. (2015). Disordered eating practices in gastrointestinal disorders. Appetite, 84, 240-250.
  4. Grilo, C. (2006). Eating and weight disorders. New York: Psychology Press.
  5. Quick, V. M., Byrd-Bredbenner, C., & Neumark-Sztainer, D. (2013). Chronic Illness and Disordered Eating: A Discussion of the Literature. Advances in Nutrition: An International Review Journal, 4(3), 277–286. https://doi.org/10.3945/an.112.003608
  6. Karwautz, A., Wagner, G., Berger, G., Sinnreich, U., Grylli, V., & Huber, W.-D. (2008). Eating pathology in adolescents with celiac disease. Psychosomatics, 49(5), 399–406. https://doi.org/10.1176/appi.psy.49.5.399
  7. Passananti, V., Siniscalchi, M., Zingone, F., Bucci, C., Tortora, R., Iovino, P., & Ciacci, C. (2013). Prevalence of Eating Disorders in Adults with Celiac Disease. Gastroenterology Research and Practice, 2013, e491657. https://doi.org/10.1155/2013/491657
  8. Satherley, R., Howard, R., & Higgs, S. (2016). The prevalence and predictors of disordered eating in women with coeliac disease. Appetite, 107, 260-267.
  9. Satherley, S., Higgs, S., & Howard, R. (2017). Disordered eating patterns in coeliac disease: a framework analysis. Journal of Human Nutrition and Dietetics, DOI:  10.1111/jhn.12475
  10. Leffler, D. A., Dennis, M., Edwards George, J. B., & Kelly, C. P. (2007). The interaction between eating disorders and celiac disease: an exploration of 10 cases. European Journal of Gastroenterology & Hepatology, 19(3), 251–255. https://doi.org/10.1097/MEG.0b013e328012db37
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