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El valor y la importancia de los niveles séricos de vitamina D 25(OH) y 1,25(OH) en pacientes celíacos adultos: revisión bibliográfica

Zingone F, Ciaccia C.
Dig Liver Dis (2018), https://doi.org/10.1016/j.dld.2018.04.005


Varios estudios sugieren que los pacientes celíacos recién diagnosticados muestran niveles bajos de vitamina D en circulación, por lo que las directrices aconsejan su evaluación en el momento del diagnóstico. Este artículo pretende revisar los estudios existentes que evalúan los niveles de vitamina D en pacientes celíacos adultos, para entender si existe una deficiencia real y si se debería recomendar en el momento del diagnóstico y del seguimiento una evaluación rutinaria de vitamina D junto con los suplementos adecuados.

 
La vitamina D3 es una prohormona biológicamente inerte que se fabrica en la piel, se transforma en 25-hidroxivitamina D3 [vitamina D 25 (OH)] en el hígado. Después se transforma en 1,25-dihidroxivitamina D3, vitamina D (1,25 (OH) también conocida como calcitriol, en el riñón.

El calcitriol es la forma activa de vitamina D. Tiene una vida media corta y su concentración varia al depender de múltiples factores. La concentración en plasma es aproximadamente 1000 veces menor que la vitamina D 25 (OH), que es la forma de almacenamiento de la vitamina D. Su función reside en regular la absorción y la homeostasis del calcio, fomentando la absorción del mismo desde el estómago y permitiendo la mineralización ósea.

La deficiencia de vitamina D se considera una de las principales causas de la baja densidad mineral ósea (DMO). Más del 50 % de los pacientes con enfermedad celíaca muestran una DMO baja en el momento del diagnóstico y, por lo tanto, tienen un mayor riesgo de fracturas. No obstante, no existe ningún estudio específico que establezca la relación entre los niveles de vitamina D y el riesgo de fracturas en pacientes con enfermedad celíaca.

Para realizar esta revisión se han identificado 328 artículos. En 20 de ellos, se comprueba de modo específico los niveles de vitamina D en el suero de pacientes celíacos adultos y, por lo tanto, se han elegido para un análisis más detallado. Durante la revisión, se ha observado que la mayoría de los estudios identifican una deficiencia de vitamina D25 (OH) en el momento del diagnóstico. Esta deficiencia mejora siguiendo una dieta sin gluten, con independencia de si el sujeto toma o no suplementos. No obstante, los pocos estudios que analizaron los niveles en circulación del calcitriol establecieron que estos eran mayores en los pacientes celíacos recién diagnosticados que en los pacientes control (celíacos siguiendo una dieta sin gluten y pacientes control sanos).

Dado que el calcitriol es la forma activa de vitamina D, estos hallazgos pueden respaldar la teoría de que la mala absorción del calcio en los pacientes celíacos no es consecuencia de la deficiencia en vitamina D, sino de la menor cantidad de proteínas aglutinantes de calcio en la mucosa estomacal, derivada de la pérdida de enterocitos. Este hecho impide la respuesta al calcitriol, lo que, a su vez, hace que se pierda más calcio en el hueso, provocando hiperparatiroidismo secundario. Esta podría ser la razón de que, en la mayoría de los casos, una dieta sin gluten equilibrada termine normalizando la mala absorción de calcio y existan dudas en lo relativo a la necesidad de suplementos de vitamina D para pacientes celíacos con problemas óseos.

Los autores de esta revisión señalaron que la bibliografía existente sobre los niveles de vitamina D en los pacientes celíacos muestra varias limitaciones. Por ejemplo, en la mayoría de los estudios la muestra de sujetos es pequeña, se utilizan diversos métodos para valorar los niveles de séricos de vitamina D y pocas veces revisan factores desencadenantes que pueden influir sobre el nivel de vitamina D. La limitación principal reside en el hecho de que muy pocos estudios analizan los niveles de calcitriol en pacientes con enfermedad celíaca. Esto es crucial puesto que la poca cantidad de vitamina D 25 (OH) no siempre se debe a una deficiencia de calcitriol y por consiguiente no se tiene por qué provocar un desajuste del calcio.

Hay que realizar más estudios a mayor escala para establecer los niveles de vitamina D en circulación en pacientes celíacos, estudiar su significado y conocer la utilidad de los niveles de calcitriol en la valoración y gestión de pacientes con baja masa ósea y un mayor riesgo de fracturas.

Los autores de esta revisión concluyeron que no son capaces de encontrar pruebas adecuadas que respalden la necesidad de suplementos de vitamina D en pacientes celíacos que siguen una dieta sin gluten. Se considera más importante que el personal sanitario recomiende una dieta bien equilibrada que incluya productos lácteos y educar en la importancia de cambios en el estilo de vida, tales como realizar ejercicio de forma regular, dejar de fumar y evitar un consumo excesivo de alcohol.


 
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