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El virus de la mononucleosis relacionado con siete enfermedades autoinmunes

Las células inmunes son las encargadas de velar por la seguridad del organismo. El problema es que estas células inmunes no siempre son infalibles y a veces se equivocan de ‘enemigo’. Así sucede en las enfermedades autoinmunes, en las que el sistema inmunitario ataca al propio organismo, en ocasiones con consecuencias muy graves. Se estudian los desencadenantes de este tipo de enfermedad, a que pueden ser debidas.
Según han mostrado distintos estudios, parece que la infección por el virus de Epstein-Barr (EBV), responsable de la mononucleosis infecciosa (popularmente conocida como la ‘enfermedad del beso’) se encuentra detrás del desarrollo de muchas enfermedades autoinmunes.

Un equipo del Centro Médico de Cincinnati Children, en Estados Unidos, ha vinculado el virus con la probabilidad de padecer algunas  afecciones como el lupus eritematoso sistémico (LES), la esclerosis múltiple (EM), la artritis reumatoide (AR), la artritis idiopática juvenil (AIJ), la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), la enfermedad celiaca (EC) y la diabetes de tipo 1(DM1).

El estudio muestra que una proteína producida por el virus de Epstein-Barr, llamada EBNA2, hace que los factores de transcripción se unan al genoma del propio virus y de la célula hospedadora, y además de esto, activan algunos genes humanos asociados con un mayor riesgo de padecer alguna de  estas siete enfermedades autoinmunes. En general, el estudio arroja más luz sobre cómo los factores ambientales,  las infecciones virales o bacterianas, la mala alimentación, la contaminación u otras exposiciones peligrosas, pueden interactuar con el plan genético humano y tener consecuencias que influyen en las enfermedades.

EBV es un virus muy común, según estudios, en países desarrollados, más del 90 por ciento de la población se infecta antes de los 20 años. En los países menos desarrolladas, el 90 por ciento de las personas se infectan antes de los 2 años. Una vez infectado, el virus permanece en las personas durante toda su vida. No se trata de un virus peligroso. En la mayoría de los casos la infección es asintomática y no suele conllevar complicaciones graves.

Cuando atacan las infecciones virales y bacterianas, nuestro cuerpo responde ordenando a las células B dentro de nuestro sistema inmune que generen anticuerpos para luchar contra los invasores; pero cuando se producen infecciones por el virus EBV, ocurre algo inusual. El EBV invade las células B, las reprograma y toma el control de sus funciones. El equipo de investigación del Hospital Infantil de Cincinnati descubrió una nueva pista sobre cómo lo hace el virus, un proceso que involucra pequeñas proteínas llamadas factores de transcripción.

Los resultados del estudio muestran que, además de los del propio virus, EBNA2 y sus factores de transcripción asociados también activan algunos genes humanos asociados con un mayor riesgo de LES y de otras enfermedades autoinmunes.

En definitiva, parece que en su labor para fabricar más copias expandirse por el organismo, el EBV acaba activando algunos genes asociados a un mayor riesgo de desarrollar distintas enfermedades autoinmunes. Lo que no quiere decir en ningún caso que contraer el virus conlleve tener que padecer alguna de estas patologías.
Un mejor conocimiento de las causas complejas de la autoinmunidad posibilitará una mejor prevención y tratamiento de estas enfermedades.

Fuentes:
elmedicointeractivo.com
www.infosalud.com 
www.drschaer-institute.com